El número de Jueces para atender las reclamaciones bancarias aumentará un 68%

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Comunicación



Los Juzgados para atender las reclamaciones bancarias se refuerzan.

Que los bancos no iban a devolver lo que en Justicia debían por cláusula suelo, y que la cosa acabaría en los Juzgados era un secreto a voces. Pero lo que muchos no esperaban es la celeridad con la que los 54 juzgados especializados iban a tramitar los casos: entre el 1 de junio y el 5 de noviembre ya han resuelto cerca de 8.394 demandas.

Pero no es suficiente. Dado el altísimo número de afectados, el Ministerio de Justicia, con el fin de que los procesos se agilicen aún más, y por petición expresa del Consejo General del Poder Judicial, se ha estimado la conveniencia de aumentar la cartera de Jueces en 44.

Si el refuerzo se produce antes de que acabe el año, en conjunto contaremos con 109 Jueces destinados a tramitar, en exclusiva, reclamaciones de índole bancaria.

Una Justicia rápida beneficia a todos, incluso a los propios bancos, puesto que cuanto menos se dilate el proceso, menos intereses indemnizatorios habrán de abonar a sus clientes.

Por otra parte, desde el Poder Judicial señalan:

Estos magistrados irían a reforzar los juzgados que más asuntos reciben. Hay sitios, como en Madrid, que hará falta un buen número de Jueces a tiempo completo y a tiempo parcial“.

El Juzgado de Madrid a la cabeza

El Juzgado que más Jueces cuenta para atender los asuntos derivados por reclamaciones bancarias es el de Madrid, con un total de seis. Sin embargo, convendría que al menos contase con un mínimo de diez, puesto que es la ciudad donde mayor número de demandas se plantean, seguida de cerca por Barcelona, Sevilla y Valencia.

En el lado extremo, estarían Lugo, Soria, y Teruel, con menos de 200 reclamaciones bancarias en lo que va de año.

La siguiente Etapa

La pelota está en el tejado del Ministerio de Justicia, quien tendrá que decidir cuándo y cómo llegarán los refuerzos.

Sin miedo a demandar al banco

Hubo un tiempo en que las entidades daban por hecho que cualquier cosa que sus clientes firmasen en un documento valía. De esta forma, colocaron millones de contratos de adhesión, ante los que teóricamente no se podía hacer nada, salvo resignarse.

Afortunadamente, las primeras victorias judiciales contra la banca consiguieron, por fin, abrir el camino para que, con la fuerza de la Ley y la Jurisprudencia, los prestatarios y consumidores tuviesen el mínimo de protección que la normativa comunitaria exige.

Desde el Consejo General del Poder Judicial ya han advertido que la litigiosidad bancaria “ha venido para quedarse“.



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