¿Cómo evitar las Comisiones por Transferencia?

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Comunicación



Desde Fonfría Abogados siempre hemos estado en contra de las comisiones bancarias, especialmente cuando éstas no responden a la prestación de ningún servicio efectivo para el cliente.

Los bancos, a quienes de buena fe encomendamos la custodia de nuestro dinero, tienen a través de la gestión eficiente del crédito la posibilidad de obtener un negocio rentable y justo.

Sin embargo, parece que no es suficiente, y aprovechan la más mínima ocasión para obtener ingresos extras, no siempre de la mejor de las maneras. Éste podría ser el caso de las comisiones por transferencia.

¿Cómo evitar las Comisiones por Transferencia?

Las comisiones por transferencias bancarias son uno de los gastos que más fácilmente podemos evitar.

Una primera forma –intuitiva– consiste en contratar una “cuenta sin comisiones” (normalmente vinculada a la domiciliación de la nómina o la pensión).

No obstante, habrá muchos clientes que no tengan acceso, por sus circunstancias, a las cuentas “sin”.

En estos casos, cada que vez que necesitemos realizar una trasferencia –y no queramos que nos cobren por ello–, existe la posibilidad de proceder a la retirada de dinero en efectivo de nuestras propia cuenta y, seguidamente, ingresar el importe en la cuenta destino.

El resultado es el mismo que el de hacer una transferencia entre cuentas, sólo que sin coste para el cliente. Obviamente esto supone invertir más tiempo, tanto para el usuario como para el propio sector, pero son operaciones que, de momento, no tienen comisión y hay que sacar partido a sus ventajas.

Excepciones

En el supuesto de que se trate de una operación de carácter internacional –fuera de las fronteras de los países del espacio económico europeo y que, generalmente, implica además un cambio de divisa– evitar algún tipo de comisión, por desgracia, será casi imposible.



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